El mar ejerce una extraña fascinación en las personas. Todos se quedan embelesados ante su presencia. A pesar de ser temible y peligroso también es bondadoso, dado que es fuente y sustento de vida. El agua hace venas en la tierra y se expande generando vida por donde pasa. Yemayá es la dueña y señora del agua y reina del mar, la fuente esencial de vida. Es un orisha mayor y es el principio materno Universal. Considerada como madre de todas las deidades.
Cuando castiga, Yemayá es inflexible. Es adivina por excelencia, le robó el okpele a Orula, quien luego le entregó los caracoles o el diloggún. Ella es dueña de las aguas y el mar, fuente de toda la vida. Su nombre proviene del yoruba «Yemòjá», que integra las palabras «Yeyé», que quiere decir «madre» y «Omo», que significa «hijo» y «Eyá», que quiere decir «Peces». De manera que su nombre significa literalmente «Madre de los Peces».
Cuando castiga, Yemayá es inflexible. Es adivina por excelencia, le robó el okpele a Orula, quien luego le entregó los caracoles o el diloggún. Ella es dueña de las aguas y el mar, fuente de toda la vida. Su nombre proviene del yoruba «Yemòjá», que integra las palabras «Yeyé», que quiere decir «madre» y «Omo», que significa «hijo» y «Eyá», que quiere decir «Peces». De manera que su nombre significa literalmente «Madre de los Peces».
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